El magnesio puede cambiar su cerebro
Recientemente he estado leyendo los libros del Dr. Norman Doidge «The Brain That Changes Itself» [El cerebro que se cambia a sí mismo] y «The Brain’s Way of Healing» [El modo de curación cerebral]. Quería ayudar a una amiga mía a hacer ejercicios cerebrales para su hijo, al que calificaron de lento para aprender. Son libros estupendos que aportan mucha esperanza, pero me decepcionó bastante que no se mencionara el magnesio.
Es triste que la neurociencia se niegue a tener en cuenta los nutrientes, sobre todo cuando el magnesio es el elemento que más contribuye a mejorar la plasticidad cerebral de todos los tiempos. La pura verdad es que el científico defiende con uñas y dientes su derecho a demostrarse ignorante en casi todo excepto en lo que atañe a su especialidad. Y lo que es peor, a menudo se trata de científicos pioneros que han tenido que luchar contra el statu quo de su propio campo para conseguir algún avance notable. Así, tendemos a creer que tienen una mente abierta, pero desgraciadamente limitan su apertura de miras a su propio campo.
Lo mismo ocurre en todas las especialidades médicas. Hablo constantemente de la medicina moderna y de su hostilidad hacia la medicina alternativa y la nutrición. Como resultado de esta actitud, millones de personas sufren una atención sanitaria deficiente, a pesar de que algunas investigaciones demuestran que los nutrientes como el magnesio funcionan.
En concreto, una investigación publicada en 2004 eleva el magnesio a la posición de potenciador de la memoria:
En concreto, los receptores cerebrales importantes para el aprendizaje y la memoria dependen del magnesio. Los científicos describen el magnesio como un componente absolutamente esencial del líquido cefalorraquídeo para garantizar que estos receptores y los receptores de la memoria permanezcan activos.
El término que utilizan para aludir a esta actividad, interactividad y variabilidad es «plasticidad». Cabría pensar que tener un cerebro plástico no es algo bueno; sin embargo, la pérdida de plasticidad en el área del cerebro responsable de almacenar los recuerdos a corto plazo es lo que provoca la amnesia en las personas mayores.
El magnesio ayuda a abrir los receptores cerebrales a la información importante y les permite ignorar el ruido de fondo. A este respecto, los investigadores quedaron totalmente sorprendidos por sus resultados y concluyeron: «Tal y como predecía nuestra teoría, el aumento de la concentración de magnesio y la disminución de los niveles de ruido de fondo provocaron el mayor aumento de la plasticidad jamás descrito en la literatura científica.»
Un estudio de 2011, titulado «Efectos del aumento de los niveles de magnesio cerebral en el miedo condicionado, la extinción del miedo y la plasticidad sináptica en la corteza prefrontal infralímbica y la amígdala lateral», concluye que «el aumento del magnesio cerebral puede ser un enfoque novedoso para aumentar la plasticidad sináptica en un entorno regional, que conduce específicamente a una mayor eficiencia de la extinción sin aumentar o perjudicar la formación de la memoria del miedo».“
Hablando más claramente, esto significa, ni más ni menos, que el magnesio reduce la respuesta física al miedo, lo que solo puede ser algo bueno. Pensé que tendría más suerte con un libro sobre cómo tratar el Alzheimer del doctor Loma Linda, que promueve la nutrición y el estilo de vida en la prevención y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Pero he leído la obra y no dice sobre el magnesio nada en absoluto.
Le animo a leer los libros de Doidge, porque demuestran que podemos curar, recablear y restaurar las células cerebrales dañadas. Si realiza algunas de estas técnicas de restauración del cerebro, asegúrese de tomar ReMag, cuando las realice, pues así duplicará su eficacia.
Dra. Carolyn Dean
