
Una base sólida para tu nuevo yo
La buena o mala salud es el resultado de los millones de células que componen el cuerpo humano. El magnesio, las vitaminas, los aminoácidos y los minerales son necesarios para las miles de reacciones bioquímicas que tienen lugar en cada célula, y la carencia crónica de estos nutrientes es la causa más común de disfunción celular.
La aportación de estos nutrientes esenciales para las células favorece la producción de energía por parte de estas y permite gozar de una salud óptima. Sin embargo, sin una suplementación adecuada (ReMag , ReMyte) el funcionamiento normal de las células acabaría viéndose afectada, lo que dañaría la salud.
El cuerpo no se cura a sí mismo intentando que las células dañadas vuelvan a funcionar correctamente. Se cura generando nuevas células que funcionen de forma adecuada. Este proceso de reconstrucción nuevo y saludable se basa en el hecho de que el cuerpo se renueva constantemente. Cada hora, tu cuerpo crea unos 80 000 000 de células nuevas. A medida que se crea cada nueva célula, el organismo busca los materiales de construcción adecuados para generarla. Si el cuerpo no logra encontrar materiales buenos y saludables, utilizará cualquier cosa a su alcance.
Para fabricar nuevas células, el organismo debe disponer de las materias primas (nutrientes) y de la energía celular suficiente para utilizarlas. Si falta alguno de estos componentes, ni los fármacos ni la cirugía le serán de ayuda. El cuerpo es capaz de curarse a sí mismo de muchas enfermedades siempre y cuando incorpore nutrientes sanos y disponga de la energía celular adecuada.
Con una combinación de suerte, sentido común y una década de investigación, he aprendido que la base de todo bienestar comienza en el nivel celular, y he podido crear un protocolo que ReSetea el cuerpo a nivel celular y permite que su poder natural de curación «esté al volante».
Mi enfoque es el opuesto al de la medicina alopática. Busco soluciones naturales y saludables a las enfermedades. Por el contrario, la medicina alopática profundiza en los marcadores del cuerpo y achaca a los genes, los fallos mitocondriales, la falta de vacunas y la resistencia frente a los medicamentos el hecho de no haber acabado con la epidemia de las enfermedades crónicas.
Ni siquiera su propuesta más reciente, las terapias biológicas, favorecen los procesos naturales del cuerpo. Permítanme explicar lo que quiero decir con esto. Ahora que las vacunas están siendo objeto de críticas, Big Pharma nos ofrece lo que llaman terapias biológicas como si fuera su nuevo Santo Grial. Un producto biológico es un producto que se fabrica o contiene ingredientes de organismos vivos. Supongo que la palabra «biológico» pretende aliviar el miedo de la gente a las medicinas sintéticas. Pero lo cierto es que, en realidad, Big Pharma no tiene control sobre estos medicamentos. Más concretamente, los sistemas de vigilancia del organismo y los billones de microorganismos del intestino podrían convertir estos productos biológicos en algo peligroso.
Otros inconvenientes de estos tratamientos biológicos son su elevado precio, que solo pueden administrarse por vía inyectable y que son tan nuevos que no disponemos de un estudio adecuado a largo plazo sobre ellos. Además, cualquier clase de medicamentos «nuevos» en las primeras etapas se beneficiará del efecto placebo de la «novedad».
Por eso sigo manteniendo que hay que apoyar al cuerpo a nivel celular para que todos los nutrientes estén en juego y permitan al cuerpo construir las células perfectas para mantenernos vivos y en plena salud. Por supuesto, esto es algo que las compañías farmacéuticas nunca reconocerán porque lo que hago no está patentado y no está controlado por Big Pharma, Big Medicine y Big Money.
Carolyn Dean