¿Siente algo de confusión sobre cómo tomar adecuadamente suplementos de magnesio, calcio o vitaminas D y K2? (Parte 4)
Hoy me gustaría compartir con mis lectores una de mis tesis más controvertidas: en ocasiones, podemos estar suplementándonos con demasiada vitamina D o incluso estar tomando el tipo de vitamina D equivocado.
¿Qué quieres decir con «tomar demasiada vitamina D»?
V prvních třech částech této série (Parte 1, Parte 2, Parte 3) expliqué la relación que existe entre el magnesio, el calcio, la vitamina D y la vitamina K; además, hablé sobre el factor magnesio y me referí a distintos mitos relacionados con el calcio. Hoy me gustaría compartir con mis lectores una de mis tesis más controvertidas: en ocasiones, podemos estar suplementándonos con demasiada vitamina D o incluso estar tomando el tipo de vitamina D equivocado.
¿Tomas demasiada vitamina D?
Supón que acudes a tu revisión física anual, que incluye un análisis de sangre. Tras recibir los resultados, tu médico te dice que tu nivel de vitamina D es demasiado bajo. Te receta una dosis elevada de vitamina D (50 000 UI o más). Empiezas entonces a tomar suplementos y, poco después, comienzas a experimentar espasmos oculares y calambres musculares. ¿Dónde está el fallo de esta situación? ¿Por qué no sentías ninguno de estos síntomas antes de tomar tan altas dosis de vitamina D?
Como médica y practicante con más de 50 años de experiencia, debo decir que estoy en contra de la prescripción de altas dosis de vitamina D sintética. Estas son mis razones:
Mis primeras dudas sobre la seguridad de las altas dosis de vitamina D surgieron cuando oí hablar de personas que tomaban dosis elevadas de esta vitamina y desarrollaban síntomas relacionados con el déficit de magnesio, incluidas convulsiones.
Cuando medimos la vitamina D, medimos sus valores en la forma almacenada, no en su forma activa. Pero entonces, ¿cómo podemos saber si el tratamiento funciona?
Nuestro organismo no es capaz de procesar dosis tan increíblemente altas como 50 000 UI de vitamina D sintética al día.
La vitamina D sintética se fabrica a partir de la lanolina, extraída de la lana de oveja. Mucha gente, en cuanto se entera de esto, se niega directamente a seguir tomando esta forma de vitamina D.
En realidad, la vitamina D ni siquiera es una vitamina, sino que es una hormona requerida por el magnesio para poder adoptar su forma activa.
Dado que la vitamina D es una hormona de retroalimentación para el calcio, cuando los niveles de vitamina D son bajos, ¿significa esto que el cuerpo ya tiene suficiente calcio y no necesita más vitamina D para atraer más calcio al cuerpo?
Vivimos en un país «calcificado», por lo que el efecto de un alto nivel de calcio puede consistir en la disminución de los niveles de vitamina D. Y, en su ignorancia de la compleja química del cuerpo humano, la mayoría de la gente cree que necesitamos suplementarnos más y más con esta sustancia.
Cuando se toma tanta vitamina D, las necesidades de magnesio alcanzan niveles dramáticos. Pero la acumulación de calcio en el cuerpo tiene unos efectos terribles. Y probablemente tenga otras consecuencias que aún se nos escpan.
Un estudio muy intensivo, aleatorio, ciego por partida doble y controlado mediante un placebo llegó a la siguiente conclusión: «La administración de suplementos de calcio y vitamina D, habituales en el tratamiento de algunas mujeres posmenopáusicas, puede ocasionar hipercalciuria (exceso de calcio en la orina) e hipercalcemia (trastorno consistente en que el nivel de calcio en sangre está por encima de lo normal).»
En estudios anteriores se ha notificado la presencia de cálculos renales en mujeres que tomaban suplementos de calcio y vitamina D en comparación con aquellas mujeres que tomaban un placebo.
Mi recomendación para la suplementación de vitamina D
Mi recomendación sobre la suplementación de vitamina D está contenida en mi artículo acerca de la toma del sol. Como indico allí, basta con pasar 30 minutos bajo la exposición a la luz solar directa (aunque seguiremos necesitando disponer de magnesio para convertir esta vitamina D en una forma utilizable). Otra opción es ingerir diariamente entre 1000 y 2000 UI de vitamina D de origen natural. En mi próxima publicación, hablaré del producto que yo utilizo y te ofreceré un punto de partida para tu investigación sobre la vitamina K.
Investiga por tu cuenta
Para sacar el máximo provecho de tus suplementos de vitamina D, asegúrate de complementar el magnesio ingerido de forma natural y evitar así cualquier síntoma relacionado con el déficit de magnesio. Para empezar a explorar la importancia de esta relación sinérgica, ¡investiga por tu cuenta sobre el magnesio y la vitamina D!
¡Aloha!, Dra. Carolyn Dean